Nuestras escuelas católicas en California tienen un pasado estelar, y han sido un recurso importante, no solamente para la Iglesia, sino para la sociedad en general. Al comprometernos a apoyar y promover nuestra red estatal de escuelas católicas, que todos nosotros – miembros del clero, los laicos, los líderes estatales y cívicos – recordemos la bendición y el don que han representado las escuelas católicas para las generaciones de estudiantes, muchos de los cuales fueron inmigrantes recién llegados con sueños y esperanzas de un futuro mejor. Ellos fueron educados por santos de los tiempos modernos, principalmente por religiosas, cuyo esfuerzo infatigable y dedicación aseguró que sus estudiantes se fortalecieran en la fe e intelecto, y vivieron vidas de liderazgo y servicio para el bien común.