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FAQ – English or Spanish
SACRAMENTO, Mayo 14, 2019; Los obispos católicos en California anunciaron hoy el establecimiento de un nuevo programa de indemnización que estará disponible para cualquier persona que haya sido abusada sexualmente siendo menor de edad por los sacerdotes diocesanos de las diócesis participantes, sin importar cuándo se haya producido dicho abuso.
El nuevo Programa de Indemnización Independiente para Víctimas Sobrevivientes del Abuso Sexual de Menores por Sacerdotes es independiente del control de la Iglesia. Kenneth R. Feinberg y Camille S. Biros, mediadores conocidos a nivel nacional y administradores privados del programa de indemnización, han estado trabajando con los obispos de California desde el pasado noviembre para diseñar y administrar el programa.
El programa será supervisado por una junta de supervisión independiente que incluye al ex gobernador Gray Davis y a la líder empresarial y ex directora de la Administración de Pequeños Negocios de los Estados Unidos (U.S. Small Business Administration), María Contreras-Sweet.
Feinberg y Biros están dirigiendo programas similares de indemnización por abuso que cubren diócesis católicas en Nueva York, Pensilvania, Nueva Jersey y Colorado.
El programa de California anunciado hoy incluirá la Arquidiócesis de Los Ángeles y las Diócesis de Sacramento, San Bernardino, San Diego, Orange y Fresno. Juntas, estas diócesis comprenden más de 10 millones de católicos, o aproximadamente el 80 por ciento de la población católica del estado.
Se está finalizando un sitio web del programa y habrá un próximo anuncio de Feinberg y Biros en el lanzamiento de éste. Un borrador de protocolo y preguntas frecuentes están disponibles. Se finalizarán antes del lanzamiento del programa.
Este nuevo programa es voluntario. Las víctimas-sobrevivientes pueden elegir participar en este programa como una alternativa para presentar sus reclamos contra la Iglesia en la corte.
Feinberg y Biros tendrán total autonomía para determinar la elegibilidad de los reclamos individuales y solo ellos determinarán la cantidad de indemnización ofrecida a cualquier víctima. Las diócesis han acordado cumplir con las decisiones de Feinberg y Biros y los montos de las indemnizaciones correspondientes no están sujetos a apelación por parte de las diócesis.
Las seis diócesis contactarán a las víctimas que previamente han presentado denuncias de abuso para alertarlas sobre este nuevo programa. Además, el programa invitará a otras personas que podrían haber sido víctimas de abuso a que también se presenten.
Debido a que los obispos están comprometidos a proporcionar medios para todas las víctimas, este nuevo programa está abierto a un rango más amplio que el que es elegible para presentar reclamos en tribunales civiles. Aquellas personas perjudicadas hace muchos años y a quienes se les prohibió presentar demandas debido a los estatutos de limitaciones civiles serán elegibles para hacer reclamos bajo este nuevo programa. Además, debido a que este programa no tiene un requisito de prueba de ciudadanía, los inmigrantes indocumentados que pudieron haber sido abusados también son elegibles para hacer reclamos.
A diferencia de los litigios civiles en los tribunales, este nuevo programa proporciona un proceso que no es contradictorio y protege la privacidad de las víctimas. Las víctimas-sobrevivientes no necesitan tener un abogado para participar y no hay costos por participar. Las liquidaciones por reclamos completos se pueden pagar en un plazo de 90 días.
El nuevo programa independiente es una iniciativa importante en el compromiso continuo de los obispos de California de brindar atención pastoral y apoyo financiero a las víctimas y sobrevivientes del abuso sexual de menores por parte de sacerdotes.
En las últimas dos décadas, las diócesis católicas de California han trabajado para ofrecer asistencia a los sobrevivientes de abusos, brindándoles orientación y otro tipo de apoyo, mientras que también pagan cerca de $1.5 mil millones a miles de sobrevivientes en un esfuerzo por reconocer la responsabilidad por los delitos graves cometidos por sacerdotes y para indemnizar a las víctimas por su dolor y sufrimiento.
Las diócesis católicas también han implementado políticas y programas estrictos para proteger a los jóvenes y crear entornos seguros en las parroquias, escuelas y otros ministerios. Cientos de miles de adultos en todo el estado han sido capacitados sobre la prevención de abusos y denuncias. A cientos de miles de personas más en posiciones de liderazgo se les han tomado las huellas digitales y se les han sometido a una verificación de antecedentes. Las diócesis han implementado estrictos requisitos de presentación de informes, trabajando estrechamente con los funcionarios locales encargados de hacer cumplir la ley para denunciar inmediatamente las acusaciones de abuso y remover a los acusados del ministerio.
Como resultado, nuevos casos de conducta sexual inapropiada por parte de sacerdotes que involucran a menores de edad son poco frecuentes actualmente en la Iglesia Católica en California. No obstante, los Obispos emprenden este programa en sus continuos esfuerzos para proporcionar vías para que las víctimas-sobrevivientes de abusos reciban asistencia para continuar su curación.