Novedades sobre disminución de restricciones relacionadas al COVID-19 y asistencia
La CCC continua publicando novedades diarias sobre informe del Gobernador respecto a la respuesta estatal frente al COVID-19 y dos nuevos artículos de importancia particular esta semana.
Por primera vez desde que se expidieran las ordenes de resguardarnos en casa, a nivel estatal, el Gobernador dispuso las pautas preliminares sobre qué debe ocurrir para que las restricciones empiecen a atenuarse. Esas pautas incluyen el poder monitorear y proteger a las comunidades mediante las pruebas médicas; la prevención de la infección en las comunidades vulnerables; la capacidad que tienen los sistemas de salud para manejar los repuntes y proveer los tratamientos para satisfacer la demanda; el que las escuelas, negocios, y los establecimientos de cuidado infantil puedan mantener las medidas de separación física si fuese necesario.
Adicionalmente, el Gobernador Newsom también anunció que California será el primer estado que proveerá ayuda económica directa a sus residentes indocumentados. Específicamente, con contribuciones filantrópicas, Newsom dice que el estado está creando un fondo de asistencia en los desastres de $125 millones para los californianos indocumentados que no se hayan beneficiado de las prestaciones ampliadas de desempleo o del dinero incentivo federal, a pesar de pagar millones de dólares en impuestos cada año. Aproximadamente 150,000 adultos indocumentados californianos recibirán el pago único de $500 por adulto, con un máximo de $1,000 por familia.
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Agradecimiento a los trabajadores de la salud
El obispo de San Bernardino, Mons. Gerald Barnes, elogia a los trabajadores de la salud por sus contribuciones y disponibilidad para “ayudar en estos momentos atemorizantes, y a veces, circunstancias desesperantes”.
“Estoy profundamente agradecido con todos ustedes por la labor que realizan”, afirmó Mons. Barnes en un comunicado difundido. “Continúan siendo compasivos, amables y acompañando a los enfermos y moribundos. Sé que muchos de ustedes superan el deber que corresponde a su función de brindar consuelo y ayuda a las personas que se encuentran moribundas, solas, y necesitando consuelo. Ustedes son los rostros de Jesús para los enfermos y moribundos, compartiendo el amor de Dios y propagando la buena nueva del reino de Dios sin palabras, sino con acciones”.
Semana Nacional de Derechos de Víctimas de la Delincuencia
Las diócesis católicas en California se unirán para observar la Semana Nacional de Derechos de las Víctimas de la Delincuencia, del 19 al 25 de abril de 2020, para crear conciencia sobre los derechos de las víctimas y servicios. Esta conmemoración es un evento anual establecido en 1981 para centrar la atención en las personas y familias cuyas vidas han sido afectadas por los delitos violentos.
El lema de este año es Procura la Justicia, Vela por los Derechos de las Víctimas, Inspira Esperanza.
Durante la Semana Nacional de Derechos de Víctimas de la Delincuencia, las diócesis de California trabajan activamente para promover las oportunidades de sanación para individuos y las comunidades. Aunque las actividades de extensión puedan lucir diferentes este año debido a la pandemia, las oficinas de Justicia Restaurativa de las diócesis de este estado normalmente ofrecen eventos especiales, clases y reflexiones sobre el significado y aplicación de la justicia restaurativa en la sociedad de hoy. Adicionalmente, se dedican vigilias de oración y misas a esta causa.
Carta del Papa es halagadora y pide consideración de salario universal
Varios obispos de California elogiaron la carta del Domingo de Pascua de Resurrección del Papa Francisco, dirigida a los dirigentes de los movimientos de las bases de todo el mundo por mostrar el amor de Cristo a tantas personas mediante su labor “noble y esencial”. Notablemente, el Santo Padre sugirió que quizá este sea momento para investigar un salario universal para abordar las injusticias estructurales que dejan a tantas personas sin la posibilidad de mantenerse a sí mismos.
El grupo, que se ha reunido con el Papa en el pasado, es conocido colectivamente como la Reunión Mundial de los Movimientos Populares , un “verdadero ejercito invisible, peleando en las trincheras más peligrosas; un ejercito cuyas únicas armas son la solidaridad, la esperanza, y el espíritu comunitario, revitalizando a todos cuando nadie puede salvarse solo”, de acuerdo a la carta del Papa Francisco.
El Santo Padre también hizo un llamado a que se considere establecer un salario digno universal, “que pudiera reconocer y dignificar las tareas nobles y esenciales que se realizan. Esto garantizaría y concretamente lograría el ideal, a la vez tan humano y tan cristiano, de que no haya trabajador sin derechos”.
El Arzobispo José Gómez de Los Ángeles responde a la carta, reiterando la opinión del Papa sobre los desfavorecidos en la sociedad y las organizaciones que intentan servirles:
“La carta del Santo Padre nos recuerda que el peso de esta pandemia, así como el peso de cada crisis social, lo sufren los pobres y las personas que viven al margen de la sociedad”, afirmó el Arzobispo Gómez en un comunicado.
“Como sociedad, vemos claramente en esta emergencia de la salud que somos responsables el uno por el otro y que hemos sido llamados a servirnos mutuamente y preocuparnos el uno por el otro. Ésta es una hermosa verdad que estamos presenciando todos los días durante esta pandemia — en nuestros hospitales y hogares, en nuestras caridades, y en todos los actos silenciosos, ocultos, de abnegación y servicio en nuestras familias y comunidades”.
El Arzobispo Salvatore Cordileone de San Francisco exaltó el que el Papa Francisco haya agradecido a las personas que trabajan para servir a los marginados en su comunicado difundido.
“Uno mi voz a la del Papa Francisco para agradecer a nuestros hermanos y hermanas de los movimientos populares y organizaciones por ser, desde el rostro de Cristo compasivo hasta el rostro de Cristo sufriente. Incluso con los programas patrocinados por el gobierno, en los momentos de crisis, siempre son los pobres que sufren más, particularmente los que viven en las sombras de la sociedad. Gracias por ser el ejercito invisible, peleando en las trincheras más peligrosas, brindando luz, sustento y esperanza a las personas más preciadas para nuestro Dios amoroso”, afirmó el Arzobispo Cordileone.
La Reunión Mundial de los Movimientos Populares fue iniciada por el Papa Francisco para avivar y animar a las organizaciones de las bases a convertirse en “protagonistas del cambio”. Se han llevado a cabo reuniones en Sur América, Roma y Visalia, California en el 2017.
50 Aniversario del Día de la Tierra
Este próximo miércoles 22 de abril se conmemora el quincuagésimo aniversario del Día de la Tierra en los Estados Unidos. El 22 de abril de 1970, más de 20 millones de estadounidenses — aproximadamente el 10 por ciento de la población de EE.UU. en ese tiempo — salió a las calles, en cientos de ciudades a lo largo del país, para protestar la degradación del medio ambiente y pedir una nueva forma de seguir adelante en nuestro planeta.
El resultado: La concientización del Día de la Tierra y el activismo han llevado a las Leyes del Aire Limpio, del Agua No Contaminada, y de las Especies en Peligro.
Como católicos, estamos profundamente comprometidos con nuestro medio ambiente y nuestra casa. La Conferencia de Obispos Católicos de California difundió el Cuidado de nuestra casa común el año pasado, llamando a una conversión espiritual que respete nuestra casa común y se preocupe por todos.
En Laudato Sí, la encíclica de la autoría de Su Santidad, el Papa Francisco, sobre el tema, se hizo un llamado a un diálogo mundial unificado “sobre cómo estamos estructurando el futuro de nuestro planeta. Necesitamos un dialogo que incluya a todos, ya que el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, incumbe y afecta a todos nosotros”.
Esperamos que el sentido renovado de apoyo mundial para combatir la pandemia actual, se pueda extender, con esa misma cooperación renovada para cuidar de nuestro planeta.
Oración del Papa Francisco a María por el Coronavirus
Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino
como signo de salvación y de esperanza.
Confiamos en ti, Salud de los enfermos,
que junto a la Cruz
te asociaste al dolor de Jesús,
manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación del pueblo romano
sabes lo que necesitamos
y estamos seguros de que proveerás
para que, como en Caná de Galilea,
pueda volver la alegría y la fiesta
después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor,
a conformarnos a la voluntad del Padre
y hacer lo que nos diga Jesús:
que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos
y se ha cargado con nuestros dolores
para llevarnos, a través de la cruz,
a la alegría de la resurrección. Amén.
Bajo tu amparo nos acogemos,
Santa Madre de Dios;
No deseches las oraciones
que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien
líbranos de todo peligro
¡oh Virgen gloriosa y bendita!
¡Amén!
La resurrección de Jesús nos muestra que la muerte no tiene la última palabra; sino la vida. Cristo ha resucitado, entonces es posible tener una actitud positiva ante cada acontecimiento de nuestra existencia, incluso en los más difíciles, cargados de angustia e incertidumbre.
17 de abril de 2020
Tomo 13, No. 14
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