Inicia Año Jubilar Extraordinario de la Misericordia

He decidido anunciar un Jubileo Extraordinario el cual tiene como centro la misericordia de Dios. Será un Año Santo de la Misericordia. Queremos vivir en la luz de la palabra de Dios: “Sed misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso” (cf. Lc. 6:36). ¡Y esto aplica especialmente a los confesores! ¡Tanta misericordia!” –Papa Francisco

Ya que el Año Jubilar Extraordinario de la Misericordia comienza en la Festividad de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre), estamos rodeados de oportunidades caritativas y, debido a que nos encontramos en el tiempo de Adviento, podríamos sentirnos un poco más dispuestos a realizar obras de misericordia.

Podríamos ofrecernos como voluntarios en nuestro comedor de beneficencia local, adoptar a una familia necesitada o, con la abundancia de campaneros colocados en frente de las tiendas, ofrecer una rápida contribución que pueda atenuar nuestro sentimiento de “culpa” por comprar tantos regalos.

En realidad, porque Dios ha mostrado misericordia para con todos nosotros, se nos insta a incorporar la misericordia en nuestra vida cotidiana.  Las tareas diarias – cuidar a los niños, instruir a los adultos y a los niños sobre la fe, atender a nuestros padres ancianos o el visitar a un amigo(a) enfermo(a) en el hospital – son verdaderas obras de misericordia.   Como dijo Santa Teresa de Ávila:

“Cristo no tiene otro cuerpo que el tuyo,
no tiene manos ni pies en la tierra, excepto los tuyos
Tuyos son los ojos a través de los cuales Él mira
a este mundo con compasión”. 

Pero después de los días festivos, para algunos de nosotros, podría parecer difícil incorporar la misericordia a nuestras ajetreadas rutinas diarias que ya tienen tanta presión.  Sin embargo, el Papa Francisco – haciendo eco del llamado del Evangelio – continuamente nos desafía a que tendamos la mano y nos encontremos con los necesitados y con las personas que viven en los márgenes de la sociedad.

Porque Somos Católicos se enfocará en las obras de misericordia a lo largo del Año Jubilar de la Misericordia, haciendo énfasis en una de éstas cada mes.  Para empezar, la introducción:

Obras de Misericordia Corporales

  • Alimentar a los que pasan hambre
  • Dar de beber a los sedientos
  • Vestir a los desnudos
  • Albergar a los que no tienen techo
  • Visitar a los enfermos
  • Visitar a los presos
  • Sepultar a los muertos

Obras de Misericordia Espirituales

  • Dar orientación a los que pasan por momentos inciertos
  • Consolar a los afligidos
  • Sobrellevar los agravios pacientemente
  • Perdonar toda las ofensas
  • Instruir a los ignorantes
  • Orar por los vivos y los muertos
  • Advertir al pecador

Las Obras de Misericordia

Las obras de misericordia espirituales y corporales son actos caritativos que realizamos para beneficio de otras personas.  Las obras espirituales incluyen: instruir, aconsejar, consolar y reconfortar a otros. Las obras de misericordia corporales se enfocan en ayudar a las personas necesitadas.

Al realizar estas obras, se ayuda a aliviar la miseria humana en todas sus formas – la pobreza, la opresión, las enfermedades físicas y psicológicas y la aflicción emocional o espiritual. La miseria no discrimina – aflige a todos en algún momento. Nosotros somos quienes decidimos cómo mejorar nuestra situación.

¿Qué es el Año Jubilar?

El Año Jubilar es un “Año Santo” marcado por obras de fe, caridad y “comunión fraternal” según el sitio web del Vaticano. Los años jubilares ordinarios se celebran cada 25 o 50 años, se declara un jubileo extraordinario para una ocasión transcendental, la última vez fue en el año 1983.

El concepto de un Jubileo tiene su origen en la tradición hebrea antigua donde se celebraba un Jubileo cada 50 años. Era un tiempo en que se procuraba restablecer la igualdad entre los israelitas. Se proveían oportunidades para que las familias volvieran a recuperar el control de la propiedad e incluso conseguir su libertad personal si eran esclavos.

El inicio de un año jubilar se marca abriendo la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. Esta puerta normalmente permanece cerrada con cemento.  Este rito simbólico indica que a los fieles se les ofrece un camino extraordinario hacia la salvación durante el Jubileo.

Para inaugurar este Año de Misericordia, a la Conferencia Católica de California le gustaría recalcar la misericordia que se advierte alrededor nuestro. Durante el próximo año, les pedimos a nuestros socios que nos envíen sus relatos sobre la misericordia que presencian en sus iglesias y comunidades. Favor de enviar sus relatos a: leginfo@cacatholic.org.

Me siento confiado en que la Iglesia entera, la cual está tan necesitada de la misericordia para todos los pecadores, podrá encontrar en este Jubileo el gozo de volver a descubrir la misericordia de Dios y hacer que ésta sea fructífera, atendiendo el llamado de consolar a todo hombre y mujer de nuestra época. No hay que olvidar que Dios perdona a todos, y Dios perdona siempre. Nunca nos cansemos de pedir perdón. – Papa Francisco

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